Con serenidad y una convicción enorme por ser protagonista, el mediocampista Javier Jaimes tomó el estreno del Torneo Adecuación de Categorías Menores 2015 para comandar la victoria de la Sub-18 del Deportivo Táchira F.C. Antes del encuentro ya se le notaban sus ganas, desde el camerino su concentración indicaba que este duelo no sería simplemente uno más.
No era sencillo, con el dolor propio por el fallecimiento de su padre ocurrido el pasado 01 de octubre, ´Javi´ como se le conoce desde que llegó a la fábrica de ídolos del Carrusel Aurinegro, entendía que esta vez su progenitor no estaría desde la grada de la UCAT como solía hacerlo en vida, pero desde terreno celestial guiaba su actuación.
A la altura del minuto 25 se produjo una pena máxima favorable a los locales, Jaimes no dudó en pedir la esférica para cobrar con perfección. Arrodillado, con sus brazos señalando al cielo, le dedicó el tanto a su padre signando un emotivo momento personal que sólo él pudo entender.
“Ahora más que nunca me toca luchar por este sueño, siempre lo hablaba con él y hay que trabajar fuerte, mi padre me guía desde el cielo”, comentaba el talentoso volante, tras su anotación frente a San Camilo F.C. en medio de los sentimientos encontrados que sentía.
El 9-0 final expresó el intenso accionar desarrollado durante casi cuatro meses de preparación, con buenos argumentos se pudo obtener réditos importantes en el primer cotejo de la competición. “El trabajo de la pretemporada rindió frutos, queremos dejar el nombre de la institución muy alto este semestre”, agrega.
A sus 16 años, el efectivo tachirense comparte sus presencias entre la tropa Sub-18 y la Filial Aurinegra, premio al sacrificio constante por crecer dentro del club de su tierra natal. “Me he esforzado bastante, eso me ha permitido jugar con la Filial, sigo trabajando al máximo y aportando también a la Sub-18”, comenta el joven mediocampista ofensivo.
Así Javier Jaimes continúa su proceso de crecimiento en el Deportivo Táchira F.C., el destino le ha puesto un reto difícil, sin embargo sus aspiraciones lo obligan a contemplar un futuro promisorio, ser futbolista profesional requiere de un largo camino y desde arriba tendrá el respaldo espiritual para gestarlo.
Prensa Deportivo Táchira
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