La presentación del equipo amarillo y negro del cinco contra cinco después de sus primeras tres jornadas deja un balance bastante alentador, hoy con los altibajos ya en el pasado se notan los ajustes en positivo como característica principal de la escuadra, lo que mejor se debe rescatar es el deseo de crecer en equipo.
La vivencia en el tabloncillo deja lo mejor para el equipo joven atigrado, desde lo defensivo hasta lo táctico todo ha sido un torbellino de respuestas a las demandas del director técnico Freddy Miguel González, quien ya parece haber probado los planteamientos más adecuados en la primera parte para sus dirigidos ahora en cara de sus últimos seis encuentros clasificatorios.
“Después del primer encuentro donde perdimos ante Vikingos de Miranda, retomamos ciertas cosas nuevamente que se habían perdido, especialmente en lo defensivo ya que al equipo rival se le presentaron muchas facilidades para subir el marcador; ya hoy (segundo encuentro) siento que los muchachos han sabido manejar eso y se manejaron los errores y así salimos muy bien”, comenta el estratega en cuanto al autocontrol de sus jugadores que parecen salir de los altibajos y mejoran en la última presentación con tres puntos más en la clasificación.
La marcación zonal del Carrusel Aurinegro parece ser una de las mejores estrategias que puede utilizar la escuadra tachirense, quedó demostrado que produce una excelente rotación de la esférica, así se ganaron espacios y se sumó al marcador abultado de seis dianas que dejaron buen sabor de boca. Ahora con la confianza necesaria se retorna a casa, lugar donde serán las próximas citas importantes de cara a la clasificación para la liguilla.
El posicionamiento del portero-libero que representó el ariete Luis Ariza, es otro factor que llega constantemente en la escuadra cordial, según la lectura defensiva en la presión de los encuentros de los contrincantes, hoy es una valiosa arma aurinegra. “Conocimos que vikingos no supo manejar la tensión de la situación de arquero-libero y definitivamente Ariza pudo darle el toque y conocimiento que nos dio la victoria y mejor aún el control de las acciones generando errores en los Vikingos”, acentúa el mandamás Freddy Miguel González en cuanto a una de las tantas estrategias que ya utiliza el equipo atigrado en su juego
Otro factor importante es la diversidad de jugadores con los que cuenta el dirigente aurinegro, entre los que parecieran ser muy jóvenes pero ya demuestran estar totalmente adaptados a las exigencias del futsal, entre ellos surgió un protagonista nuevo en la plantilla el fin de semana, dejando muy buenas expectativas. “El profesor me dio la confianza, entré e hice mi trabajo y me llegó el gol, lo bueno es seguir trabajando y corrigiendo los errores cometidos en el primer tiempo, salimos con la actitud diferente de ganador. Soy uno de los jóvenes, pero somos un grupo y queremos llegar lejos ahora vamos a la casa y es a ganar los seis partidos que nos quedan”, agrega Michael Gélvez con solo 19 años de edad, autor de uno de los goles del partido, quien durante el viaje del fin de semana tuvo quebrantos de salud, se levanta al llamado y suma su granito de arena ante el pedido de su equipo que hoy crece integralmente día a día con las necesidades.
La juventud es sinónimo de inmadurez, sin embargo el pasatiempo y el recorrido en el tabloncillo se va trabajando y le va aportando según el nivel de exigencias y roce que se les pida a todos los miembros del equipo, de ahí los altibajos pero también el crecimiento del plantel, ahora en casa se verán otros resultados que son los esperados, hoy de terceros en la tabla de clasificación y con seis puntos sumando dos triunfos de visitantes lo hacen un equipo fuerte, que hará valer su localía como un fortín que ya es costumbre en el Gimnasio Campeones Mundiales del 97’.
Prensa Deportivo Táchira
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