Lourdes Moreno, viste la camiseta 10 de la selección de Venezuela, además de llevar la banda de capitana, lució sus dotes de goleadora en el partido frente a Paraguay por el Sudamericano Sub-20 Femenino, donde su equipo se llevó una victoria de 4-1 y que para ella en particular fue un juego muy especial.
Kika, como dice su casaca vinotinto disputa su tercer torneo sudamericano e integró el grupo que obtuvo el cuarto puesto en el Mundial Femenino Sub-17 de la FIFA, ella habló para CONMEBOL.com y comentó de sus inicios en el fútbol y avisa “buscamos la clasificación”.
Cuénteme cómo fueron sus inicios en el fútbol…
Comencé con el fútbol desde los cinco años. En el pueblo donde vivo, siempre he jugado con mis hermanos, con los varones. Luego, desde los 12 años empecé a jugar con niñas y a los 13 años me convocaron a la selección. Mi primer Sudamericano Femenino fue en el 2012, luego en el 2013, donde quedamos campeonas en Paraguay con el Sub-17 y luego fuimos al Mundial Femenino Sub-17 de la FIFA de Costa Rica, que quedamos como cuartas. Fue una generación de oro.
¿Qué experiencia sacas del Mundial?
Fue una experiencia increíble. Eran rivales grandes y era la primera vez que un país de Sudamérica lograba llegar a esa instancia, la experiencia también de llevar la banda de capitán fue muy inmensa y creo que tome la máxima responsabilidad sobre ese trabajo. Aquí en el Sub-20 tenemos que lograr lo mismo. Tenemos un grupo ganador, confío mucho en mis compañeras, buscamos la clasificación.
¿Cuál es tu mejor cualidad dentro de la cancha?
Lo mío es poner balones, tocar, dar un pase, una asistencia, hacer goles o dárselo a una compañera que defina.
Ya que mencionaste el gol... El tanto contra Paraguay, ¿se lo dedicaste a alguien en especial?
Si. A mi madre que falleció este año. Una promesa que le he hecho a ella es que clasificaba al Mundial, poco a poco se lo voy a ir cumpliendo. El gol lo sentí tan dentro de mí, que lo grité, yo sé que desde el cielo me mira y está orgullosa de lo que hago.
¿Qué papel desempeñó el fútbol en esa pérdida tan grande que te tocó vivir?
Después de la pérdida de mi madre, cayó mi ánimo, bajé mi ritmo, estuve mucho tiempo sin jugar. Pero recordé que ella siempre estaba para apoyarme y decidí volver a empezar. Tomé al fútbol como desahogo, distracción y aquí encontré sustento.
Uno de tus roles como capitana es mantener unido al grupo. ¿Es difícil esto?
Si. Muchísimo, porque hay diferentes personalidades. Entonces hay que hablar y ponerse de acuerdo. De verdad que es difícil llevar adelante un grupo de mujeres.
Por último…¿Cómo observas a Venezuela en este torneo?
Creo que estamos para la clasificación, buscamos eso. Tenemos un muy buen equipo, hemos demostrado eso.
Al apagar la grabadora, agrega algo más: “me gusta que me llamen Kika, mi padre me puso ese sobrenombre”.
Fuente: Conmebol.com
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