Atlético Venezuela lo firmó con el fiel propósito de reforzar el cuerpo ofensivo de la plantilla. Aunque todavía es joven, posee una vasta experiencia en el fútbol profesional venezolano, en el que ha vestido los colores de seis elencos de la Primera División. Su desequilibrio y rapidez en la zona delantera del campo ha sido fundamental para el buen momento que vive el Filial nacional, lo que le valió ser convocado por el profesor José Hernández para los últimos tres encuentros del Torneo Clausura. Es el protagonista del Perfil Atlético de la presente semana.
Orangel José Carrero Ibedaca nació el 23 de diciembre de 1989 en Caracas. A los 5 años, sus padres decidieron mudarse a El Vigía, estado Mérida, ciudad en la que dio sus primeros toques a la esférica. “Desde un principio mi mamá quería que fuera beisbolista y si nos hubiésemos quedado en Caracas, creo que hubiese sido pelotero, pero en Los Andes el béisbol no es llamativo y decidió meterme en una escuela de fútbol”, acota de entrada.
Creció en una tierra de puro fútbol
En los dos equipos profesionales del estado Mérida, el elemento nacional terminó de pulirse y saltar a la máxima categoría del balompié criollo. “Luego de hacer toda la formación en la Escuela Alberto Adriani, pasé a pertenecer a la Sub 17 de El Vigía, estuve dos años allí y después me mudé a Mérida, allí jugué Sub 20 con Estudiantes durante tres años y el entrenador Juan Eugenio Jiménez me subió al equipo de Primera División”, argumenta.
El gol que tiene más significado en su trayectoria lo convirtió en su estreno en la división de oro, con la divisa que hace vida en la “Ciudad de los Caballeros”. “Es el primero y jamás lo olvidaré. Fue una pelota que cruzan, no llegó a conectarla Ruberth Morán y llegué yo al segundo palo y marqué. Ha sido el más lindo de todos”, comenta el volante ofensivo.
Sus gustos futbolísticos poseen tintes extranjeros, específicamente de suelo inglés. “Desde pequeño he sido fanático del Manchester United, porque me gusta mucho la Liga Premier. Siempre seguí a grandes jugadores como Paul Scholes, Ryan Giggs, Ruud van Nistelrooy, Andy Cole y Wayne Rooney, jugadores que marcaron diferencia”, confiesa el efectivo que vio sus primeros minutos con el Primer Equipo del Atlético el pasado domingo.
La familia, su gran orgullo
Para Orangel, sus seres queridos son una bendición y siempre los tiene presente. “Ellos son lo más importante, mi apoyo principal, los que me dieron la vida. Lo que es mi mamá y mi papá son lo máximo, me han apoyado siempre en todo y les agradezco que no se metieron en el instante en el que decidí elegir el fútbol como mi profesión”, manifiesta.
En sus tiempos libres, Carrero disfruta de diversas actividades para relajarse. “Soy un apasionado a la lectura, me gusta todo tipo de lectura, ahorita leo un libro sobre la Segunda Guerra Mundial. También me gusta mucho escuchar música, mi género es un poquito diferente al de la mayoría, porque escucho es rock, me echan bastante broma pero el rock no lo cambio por nada. También trato de visitar el cine y el teatro”, revela.
El caraqueño solamente tiene un sitio y lugar favorito. “Aunque no le guste mucho a la nutricionista del equipo (Andreina Fernandes) (risas), a mí me encanta la pizza, es una delicia y no puedo dejarla de comer. Un sitio que me gusta mucho es el Páramo de La Culata, en Mérida, porque uno se aleja de la ciudad y hay mucha tranquilidad”, expresa.
Mientras jugaba en su tierra de crianza, el mediocampista inició estudios universitarios. No obstante, el fútbol lo obligó a detenerse en la mitad de la carrera. En un futuro espera retomarla para alcanzar el tan anhelado título de Licenciado y laborar con la nueva camada. “Llegué hasta quinto semestre de Educación Física, pero me fui de Mérida y tuve que congelar en la Universidad de Los Andes. Cuando me retire, me gustaría terminar la carrera, seguir ligado al fútbol, me gusta mucho trabajar con las categorías menores, con niños de 8, 9, 10 años, porque son más receptivos. Otra pasión que tengo es ser piloto, es un poco tarde para dedicarme a eso, pero quisiera cumplir esa meta”, indica.
Fue el último fichaje de los nacionales para el campeonato en desarrollo. En su estancia en el club, se ha sentido como en casa, disputando partidos con el Filial y con el Primer Equipo. “Acá me siento muy contento, me adapté rápidamente al grupo, a pesar de que me incorporé en el inicio del torneo. Estoy muy cómodo junto al resto de los muchachos, me han tomado en cuenta, ahora falta cumplir con los objetivos que se trazó el club”.
Orangel Carrero llegó al Atlético Venezuela convencido en aportar sus fortalezas en pro del plantel. En seis meses que acumula en la institución, se ha convertido en una valiosa pieza para las dos oncenas profesionales, el Filial y el Primer Equipo. En ambos ha sumado minutos y se esfuerza para seguir mostrando su mejor fútbol, además de su humildad y buena vibra.
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