Foto: AFP
La escalinata rumbo al tribunal de Barcelona fue todo un calvario. Doscientos periodistas. Decenas de cámaras, una frondosa custodia policial y un gentío que, detrás de las vallas, lanzaba gritos inmisericordes: "¡¡¡Andá a jugar a Panamá!!!", "¡¡¡Devuelve la plata!!!",reseño el portal web www.economiaynegocios.cl
Con barba y traje negro, Lionel Messi avanzó cabizbajo para, instantes después, responder ante la fiscalía.
Ya en el juzgado, el futbolista argentino debió sentarse ayer en el banquillo de los acusados por evasión de impuestos.
La fiscalía imputa que a través de la empresa que gestiona su imagen, Messi dejó de pagar unos US$ 5 millones en tributos entre 2007 y 2009, delitos por lo que arriesga una pena máxima de 22 meses de prisión.
Su declaración no duró más de 15 minutos.
"Firmé todos los papeles que me pasaron. Yo me dedicaba a jugar al fútbol; confiaba en mi papá", dijo el futbolista.
A la finta de la "Pulga" siguió la de su progenitor. Y Jorge Messi apuntó a sus asesores: "Les pedí que cuidaran nuestro patrimonio, no que no pagaran impuestos", dijo.
El padre de la "Pulga" alude a la estafa de la que fueron objeto por parte de Roberto Schinocca, su socio y asesor fiscal en Sports Consultants, situación que los llevó a desligarse de él y a fundar Jenbril, la empresa que, desde Uruguay, controló el patrimonio del astro.
"Le dije a Leo que era una empresa que iba a tener sus derechos de imagen, y punto. No le expliqué que no iba a tributar en España, porque yo tampoco lo sabía (...) Yo de esto sé el chino básico, no entiendo nada de estas cosas", cerró Jorge Messi.
El astro argentino dejó el tribunal, pasó el mismo callejón que lo recibió, esta vez con alguna ovación, y al rato abordaba un vuelo rumbo a EE.UU. La sentencia está prevista para mediados de julio. Y ese es otro partido.
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